El principal problema para los turistas en Rímini son los pequeños robos, que ocurren con especial frecuencia en la playa. Por lo tanto, no dejes objetos de valor sin supervisión cuando vayas a nadar, y lo mejor es utilizar las cajas fuertes del hotel para guardar grandes sumas de dinero, joyas y equipos costosos.
Si piensas alquilar una bicicleta o llevas la tuya, no la dejes mucho tiempo aparcada, aunque esté asegurada con una cadena.
A pesar del ambiente amigable y el alto nivel de servicio, en Rímini — como en cualquier ciudad turística popular — es importante seguir medidas básicas de precaución. Evita las calles mal iluminadas por la noche, no lleves grandes cantidades de dinero en efectivo y presta atención a tus pertenencias en lugares concurridos, como mercados, transporte público y estaciones. Si viajas con niños, acuerda de antemano un punto de encuentro por si alguien se pierde entre la multitud.