El principal quebradero de cabeza de los turistas en Rímini son los pequeños hurtos, especialmente frecuentes en la playa. Por ello, no deje objetos de valor sin vigilancia cuando vaya a bañarse y, mejor aún, utilice las cajas fuertes de los hoteles para guardar grandes sumas de dinero, joyas y equipos caros.
Si piensa alquilar una bicicleta o lleva la suya propia, no deje su "corcel" en el aparcamiento demasiado tiempo, aunque lo haya encadenado.