Las historias sobre la dura mafia italiana de la zona son en realidad sólo cuentos de terror, así que no te emociones demasiado. Es mucho más veraz oír hablar del temperamento ardiente de los hombres locales y de su obsesiva atención por las chicas solitarias, especialmente las rubias.
Pero vigile su cartera, sobre todo en lugares concurridos, cerca de las atracciones, en las tiendas: los ladrones siempre están a la espera de un turista boquiabierto. Es mejor ser discreto en el famoso bulevar Ciccorini, donde se encuentran las boutiques de ropa de diseño más famosas, pero por un motivo distinto: para no perder todo el dinero invertido en las vacaciones por la calidad de las cosas de Armani y Dolce.
La salvación definitiva para los familiares de los adictos a las compras es la siesta local, que dura desde las 14:00 hasta las 16:00 o hasta las 16:30 aproximadamente. Es el momento en que los italianos cierran todas las tiendas y disfrutan de sus vacaciones.