Gallipoli, traducido del griego como "ciudad hermosa", es un nombre que le queda perfectamente a este resort. Su parte histórica se encuentra en una isla conectada por un puente con los distritos modernos. Mientras caminas por el Casco Antiguo, visita la Catedral de Santa Águeda, que alberga una rica colección de pinturas de maestros italianos. El templo fue construido en el siglo XVII y su fachada está adornada con estatuas de santos: Águeda, Fausto, Sebastián, Marina y Teresa. También se conservan edificios de piedra caliza de los siglos XVI al XVIII.
Asegúrate de encontrar tiempo para ver la Fuente Griega, la más antigua del país (siglo III a.C.). Se han conservado relieves originales con inscripciones en latín, y una de las losas muestra el escudo de armas de Gallipoli. El Castillo Angevino-Aragonés del siglo XIII, una herencia de los bizantinos, es el emblema de Gallipoli.
¡Los entusiastas de la comida no deben perder la oportunidad de disfrutar de la cocina local! Casi cualquier restaurante en Gallipoli te ofrecerá un plato tradicional llamado scapece. Consiste en pequeños peces fritos en pan rallado (previamente marinados en vinagre con azafrán durante mucho tiempo). Una copa de vino de Apulia, como el rosado, considerado uno de los mejores de Italia, será un digno final para tu cena.