La cocina nacional judía es muy rica y variada. Por supuesto, tiene sus peculiaridades: no se come cerdo ni marisco, por ejemplo. Pero el kosher no resta méritos a la gastronomía local.
Es imposible imaginar la cocina de Israel sin hummus. Es una mezcla de puré de garbanzos, aceite de oliva, ajo, cebolla, zumo de limón y especias. Se come solo o como parte de otros platos.
Cuando esté en Jerusalén, debe probar el meurav yerushalmi, que se traduce como "mezcla de Jerusalén". Son trozos de carne de pollo frita servidos con verduras, hummus y tehina.
Qué probar en Jerusalén
Otra delicia cárnica es el cholnt. Es un asado a la cazuela hecho con patatas, cebollas, alubias, garbanzos y especias.
Una de las señas de identidad de la comida rápida israelí es el falafel (bolitas de garbanzos fritos). Se sirven con hummus, porcelana y ensalada.
¿Le gustan los huevos revueltos? Entonces pruebe la versión local, la shakshuka. Los huevos se fríen en una salsa picante de tomates, pimientos y cebollas.
Quizá el plato de pescado local más famoso sea el pez de San Pedro. La tilapia galilea se asa a la parrilla y se sirve con patatas fritas, ensalada y salsa.
Comida en Jerusalén
Los platos y pasteles dulces judíos -panqueques con diversos rellenos "blinchikas", tartas de semillas de amapola "hamentash", knafeh (plato dulce a base de fideos y queso de cabra), halva y mucho más- son de obligada degustación. Y puede tomarlo todo con el delicioso café israelí, muy venerado aquí.
Por cierto, algunos restaurantes locales no respetan las normas de kashrut. Por regla general, este tipo de locales se encuentran en zonas turísticas. Así que si quiere marisco, éste es el lugar al que debe ir.