Salónica se encuentra en el norte de la península balcánica, a orillas del mar Egeo (golfo de Thermaikos). Aquí se ubica el segundo puerto más importante de Grecia, por el que pasan mercancías de todos los rincones de los Balcanes. La población de Salónica es de aproximadamente 365 mil personas, y junto con la aglomeración circundante, supera el millón 100 mil habitantes.
Salónica fue fundada en el año 315 a.C. Ese año, el rey macedonio Casandro unificó pequeños asentamientos dispersos en una sola ciudad, nombrándola en honor a su esposa, Tesalónica. Casi medio siglo después, en el año 146, la ciudad fue conquistada por los romanos. Así, Salónica se incorporó al Imperio Bizantino, donde, gracias a su posición geopolítica estratégica, se convirtió en la segunda ciudad más importante y grande.
Entre 904 y 1185, Salónica experimentó una serie de cambios de gobernantes, incluidos sarracenos, búlgaros y normandos sicilianos. En 1206, se convirtió en la capital del reino de Tesalónica, que dependía del Imperio Latino. En 1387, tras un asedio de cuatro años, la ciudad fue capturada por los turcos, pero Tamerlán la derrocó en 1402. En 1423, Tesalónica estaba bajo dominio veneciano, hasta que los turcos recuperaron el control en 1430.
El dominio turco continuó hasta finales del siglo XIX. Durante este prolongado periodo, la otrora próspera ciudad se deterioró, muchos griegos sufrieron persecuciones y una parte significativa de la población griega se turquizó. Los judíos españoles constituían más de la mitad de los habitantes de la ciudad en aquella época, mientras que los griegos representaban menos de una cuarta parte del total de la población local.
Los griegos lograron restablecerse en Salónica tras las guerras balcánicas de 1912-1913 y la II Guerra Mundial, durante las cuales muchos judíos y turcos huyeron de la ciudad. El dominio griego se estableció finalmente en la ciudad en 1944. A partir de ese momento, Salónica empezó a revitalizar su aspecto griego original.