En general, la capital griega es una ciudad segura. Pero, como en cualquier otro lugar, los turistas pueden ser víctimas de ladrones oportunistas, así que no lleve grandes sumas de dinero y extreme las precauciones, sobre todo por la noche y al sacar dinero de los cajeros automáticos.
Los viajeros mayores desaconsejan los paseos nocturnos por las plazas de Omonia y Karaskaki, así como por las calles Lyosion, Sofokleos y Filis.
Periódicamente se celebran manifestaciones y protestas en la ciudad debido al empeoramiento de la situación económica del país, con todas las consecuencias que ello conlleva. Evite los actos públicos de esta naturaleza.