No se puede salir de Berlín con hambre, sobre todo si se es amante de la carne. Eisbein (codillo de cerdo hervido en cerveza), schnitzel al estilo berlinés, costillas de cerdo fritas, Eintopf (guiso espeso de carne ahumada), salchichas a la parrilla con chucrut y curry, son sólo algunos ejemplos de los deliciosos platos que puede pedir en casi cualquier cafetería.
La opción más exótica para los nuestros sería el Hackepeter, que es carne picada cruda untada con huevo y pimienta que se unta en pan.
No hay duda de que lo regaremos con cerveza: la emblemática Berliner Kindl, ya sea blanca o picante (cerveza en botellines con sirope de bayas o menta). Los amantes del café pueden esperar encontrar 150 variedades del mejor café en los cafés de Berlín; asegúrese de pedir las famosas tortitas al estilo berlinés con mermelada o strudel de cerezas para acompañarlo.
Otro orgullo de Berlín es su comida rápida, que puede encontrarse cerca de las estaciones de metro o de tren. Por unos 3 ó 4 euros se puede comer bien. Por ejemplo, en la estación de Friedrichstraße predomina la cocina asiática y africana: rollos de sushi, bocadillos de marisco, carne en papel de arroz, fideos y ensaladas de frutas.
La zona cercana a la estación del Zoo está "ocupada" por los chinos: aquí se pueden tomar las famosas cajas de fideos con pollo o gambas por unos 4 EUR. En cuanto a la comida rápida verdaderamente alemana, merece la pena buscarla en la Estación Central - aquí encontrará currywurst, pastel de carne leberkäse con bollos y bollería vienesa.
