En Niza vale la pena probar los canelones con salsa de ancas de rana, salmonete con polenta cremosa y filete de lubina en costra de almendras. También destacan los platos típicos de la región:
Ensalada Niçoise — el símbolo culinario de Niza, elaborada con anchoas, alcachofas, albahaca, cebolla, huevos, pepino, judías, tomates, atún, aceitunas negras locales, pimiento, sal, pimiento verde, vinagre de vino y aceite de oliva.
Ensalada Mesclun — un plato hecho con hojas de diente de león, achicoria y otras hierbas del litoral mediterráneo.
Bouillabaisse — la famosa sopa espesa de pescado que incluye varias especies: escorpina, mújol, salmonete, rape, cabracho y anguila. A veces se añaden cangrejos, caracoles rojos o langostinos.
Courgettes fleurs — tortilla con flores de calabacín.
Ratatouille — guiso de verduras cocido en aceite de oliva con pimiento rojo, berenjenas, tomates, calabacines y cebolla.
Pieds et paquets — pata de cordero rellena y estómago de oveja relleno cocinados en vino blanco.
Bœuf en daube — carne de res estofada en vino tinto con hierbas y ajo.
Y en el principal balneario de la Costa Azul, no dejes de probar el original helado de Fenocchio. Aquí se venden los sabores más inusuales: melón, lavanda, mandarina, jazmín, aceituna, aguacate, sandía, violeta, espinaca, chicle, cerveza, tomate y “Coca-Cola”. Una bola cuesta 2 EUR.