La forma de entretenimiento más prestigiosa para los adultos en Deauville es una visita al casino. La mayoría de los visitantes aquí son millonarios franceses jubilados, a quienes no les cuesta nada perder unos cuantos miles de euros en una sola noche. El edificio del casino es un majestuoso palacio blanco en estilo imperio. El vestíbulo y las salas de juego están decorados con suelos de mármol, escaleras con barandillas doradas y lámparas de araña de cristal. Veinticuatro mesas de juego están cubiertas con paño rojo brillante.
Lo inusual es que los crupieres no están de pie, sino sentados. La entrada al casino es gratuita y la apuesta mínima en la ruleta es de 1 EUR. También puede probar suerte en una de las 325 máquinas tragamonedas: desde los modernos “tragamonedas” hasta antiguas máquinas de póker. Se dice que un afortunado visitante llegó a ganar nada menos que 200 000 EUR.
El casino es el centro de la vida nocturna de Deauville. La clientela aristocrática no suele bailar en fiestas de espuma ni divertirse en auto-parties. Los bares y pubs nocturnos funcionan en algunos hoteles. Y los fines de semana (a diario en verano), abre sus puertas uno de los clubes nocturnos más exclusivos de Deauville y de toda Francia: Le Regine’s. No es un lugar para “simples mortales”. Aquí se aplica un estricto código de vestimenta y control de acceso, y si hay estrellas de Hollywood presentes, el club permanece cerrado para los turistas comunes.
Entre otras diversiones se encuentran seis campos para jugar al golf y al polo, así como el centro de talasoterapia Algotherm. Aquí se puede seguir un tratamiento con algas, crioterapia y presoterapia, disfrutar de un baño de perlas, hacer gimnasia en la piscina o simplemente entrenar en el gimnasio.


