La cocina nacional francesa se distingue por su diversidad y audaz combinación de sabores. Cada plato se sirve con una salsa, de las que los franceses han inventado muchísimas.
La cocina nacional francesa se distingue por su diversidad y audaz combinación de sabores. Cada plato se sirve con una salsa, de las que los franceses han inventado muchísimas.
La cocina tradicional de Francia se basa en productos sencillos a partir de los cuales se crean platos complejos. Gambas y langostas, pescados variados, muchos platos de carne, verduras. Y, por supuesto, magníficos quesos franceses, desde los famosos Roquefort y Camembert hasta los quesos de cabra de los pueblos del Languedoc.
Es imposible no mencionar platos franceses tan famosos como las ancas de rana y los caracoles. Es imposible imaginar la cocina original del país sin ellos. Y, por supuesto, la bebida principal de Francia era y es el vino. O mejor dicho, el vino, en toda su multicolor paleta.
Croissant. De Francia nos llegó esta crujiente masa con una gran variedad de rellenos. У los franceses toman café y croissant como desayuno tradicional.
Ancas de rana. Este original manjar francés no todo el mundo se atreve a probarlo, y con razón. Las ancas de rana son deliciosas y recuerdan al pollo.
Caracoles al ajillo. Otra receta única de la cocina francesa que merece la pena probar.
Coq au vin. Pollo o gallo en vino tinto. Una de las recetas francesas más complejas, cuyas sutilezas solo puede comprender un chef profesional.
Foie gras. Paté elaborado con hígado de oca. Prepararlo es difícil, y las materias primas no son fáciles, ya que sólo se utiliza el hígado de gansos especialmente criados y alimentados con una dieta especial.
Ratatouille. Plato de verduras a base de pimientos, calabacines y berenjenas guisados. Las recetas de ratatouille pueden variar de una región a otra.
Fondue. Plato de queso o chocolate que se prepara fundiéndolo en un recipiente especial resistente al calor (kakelon) sobre el fuego.
Trufas. Un manjar. Un tipo de seta que crece en la tierra. Una verdadera especialidad aristócrata.
La sopa de cebolla. Еn un caldo claro con cebollas, queso y picatostes, es a la vez sencilla y gourmet.
Creme brûlée. Una crema delicada cuyo verdadero sabor sólo podrá descubrir en Francia.
Crepes. Tortitas crujientes y finas originarias de Bretaña. se sirven con o sin guarnición.
Profiteroles con crema pastelera. Pasteles tradicionales franceses de delicada masa.