La Baule es una ciudad panacea para el estrés, la rutina y las esperanzas no cumplidas. Todos los que han pasado al menos unos días aquí lo confirmarán. Ya sea por las playas interminables que invitan a hacer un viaje "más allá del horizonte" y construir hermosos castillos de arena, o por la completa relajación que se recibe en los centros de talasoterapia, cada minuto pasado en La Baule se convierte en una verdadera cura no solo para el cuerpo, sino también para el alma.