Viajar a Francia es una oportunidad para ver con tus propios ojos los lugares mundialmente famosos descritos en novelas y pinturas. Puedes caminar por los Campos Elíseos, sentarte en un café en Montmartre, nadar en el mar azul de las playas de la Riviera y esquiar no en cualquier lugar, sino en el famoso Courchevel. Caminarás por las calles donde caminaron los mosqueteros de Dumas, mirarás las quimeras de Notre Dame de París, sabiendo que los grandes escritores mismos pasaron por tu ruta. Es difícil imaginar un viaje más romántico.