La ciudad, sobre todo su parte central, es bastante segura: el robo aquí es, en principio, imposible, sólo los indigentes o antiguos compatriotas pueden robarte. Pero las peleas no son infrecuentes en Helsinki, sobre todo los viernes por la noche - procura mantenerte alejado de los locales de copas a esas horas.
Para evitar malentendidos y conflictos en la calle, respete el espacio personal de los demás cuando se dirija a los finlandeses: aquí no se aprecia el exceso de emotividad, y una inocente palmada en el hombro puede percibirse como un insulto.
Si tiene algún problema, póngase en contacto con Helsinki Help, un servicio para turistas. Podrá reconocer a sus representantes por sus brillantes camisetas verdes: de junio a agosto, los jóvenes patrullan el centro en parejas.