Dinamarca, cuna del célebre cuentista Hans Christian Andersen y de LEGO, ofrece un escenario perfecto para unas vacaciones familiares con niños. La oportunidad de sumergirse en un mundo de cuentos de hadas hará las delicias de los jóvenes viajeros, convirtiendo un viaje a Dinamarca en una experiencia agradable tanto para los niños como para sus padres. Por todo ello, unas vacaciones en familia en Dinamarca son sin duda una de las mejores opciones para un viaje familiar memorable.
Si quiere llevar a su hijo al mar, julio o agosto son las mejores épocas para visitar Dinamarca. Durante estos meses, el agua está lo bastante templada para bañarse, y podrá disfrutar de las playas de Halsa, cerca de Aalborg, así como de las islas de Funen y Falster. La Riviera danesa, en el norte de Zelanda, es también un destino excelente para unas vacaciones en familia. Además, la pesca, ya sea en el mar o en los lagos, hará las delicias de padres e hijos.
Las estaciones de esquí danesas son ideales para los niños, sin grandes desniveles, todas ellas situadas en colinas de no más de 100 metros de altura. Lugares como Silkeborg, Ranum y Rodovre reciben a los jóvenes esquiadores con los brazos abiertos.
A los niños les suelen cautivar los castillos antiguos con altos muros y aspilleras. Unas vacaciones educativas en Dinamarca con niños pueden convertirse en una auténtica aventura, y el precio de la entrada de un niño a la mayoría de los castillos suele ser la mitad que la de un adulto. Además, la entrada a los museos de Dinamarca suele ser gratuita para los niños de hasta 17 años, y la Galería Nacional de Dinamarca ofrece entrada gratuita tanto para niños como para adultos.
Si se va de vacaciones a Dinamarca con niños, es imprescindible visitar Odense. Es la tierra natal de Andersen, llena de esculturas de personajes de sus cuentos repartidas por las calles de la ciudad. El ambiente de cuento es especialmente encantador en el Parque Andersen y en el museo del cuentacuentos. La tienda del museo ofrece libros de Andersen en casi todos los idiomas y una gran variedad de recuerdos dedicados a sus cuentos.
Otra atracción imprescindible en cualquier viaje familiar a Dinamarca es Legoland, en Billund. Se trata del mayor parque de LEGO del mundo, construido con 46 millones de ladrillos LEGO. Sus hijos quedarán encantados con la experiencia. Las entradas de adulto cuestan 279 DKK (31 EUR), mientras que las de niño cuestan 249 DKK (27 EUR).
El famoso Parque de Atracciones Tivoli de Copenhague deslumbrará a la imaginación más desbordante. Este parque, inaugurado en 1843, ofrece 26 atracciones en verano y 29 en Navidad y Halloween. Las entradas para adultos cuestan 99 DKK (11 EUR), y los niños menores de siete años entran gratis. Las entradas para las atracciones cuestan 25 DKK (3 EUR), y la entrada múltiple, 199 DKK (22 EUR).
Hay dos parques acuáticos Lalandia en Rødby (en la isla de Lolland) y Billund. Estos parques cuentan con pistas de hielo, complejos deportivos y maravillosas atracciones acuáticas. El parque acuático de Billund es el mayor de Europa. En temporada baja, la entrada a Lalandia Rødby cuesta 180 DKK (20 EUR) por adulto y 130 DKK (14 EUR) por niño. En temporada alta, estos precios aumentan 20 DKK (2 EUR). En el parque acuático de Billund, la entrada de niño cuesta 160 DKK (18 EUR) todo el año, mientras que la de adulto cuesta 210 DKK (23 EUR) en temporada baja y 220 DKK (24 EUR) en temporada alta.
Otro lugar fantástico para llevar a los niños es el Museo de Barcos Vikingos de Roskilde. Aquí no sólo podrás ver cinco barcos marineros daneses, sino también dar tú mismo un paseo en barco.
