Las vacaciones infantiles en la República Checa son una fuente continua de emociones para los jóvenes turistas. Es un lugar lleno de misterio y magia, donde cada ciudad rebosa de decenas de sorpresas.
Sólo en Praga encontrará muchas cosas divertidas que hacer en unas vacaciones familiares con niños en la República Checa. Por ejemplo, una excursión nocturna especial para niños "Búsqueda de fantasmas", con un paseo por las calles nocturnas de Praga e historias sobre los fantasmas de Praga. El precio de una aventura tan emocionante durante unas vacaciones en la República Checa con niños es de 16 EUR.
Un viaje por los castillos checos no será menos fascinante y educativo. Las torres medievales de Mělník o el castillo de Slope harán las delicias de los pequeños viajeros. Y antiguas leyendas envueltas en misterio: eso es lo que necesita para pasar las mejores vacaciones con niños en la República Checa.
Si está planeando unas vacaciones familiares en un clima cálido, con baños y paseos en barco, diríjase al lago Mokhovoe. Aquí encontrará excelentes servicios, parques infantiles y cómodos lugares para nadar con los más pequeños en una zona protegida.
Para unas vacaciones de esquí en familia, puede elegir casi cualquiera de las muchas estaciones de la República Checa. Por ejemplo, Praděd o Krkonoše, que cuentan con escuelas de esquí para niños y actividades infantiles.
Una visita al parque acuático de Praga es una de las atracciones que sin duda debe probar en la República Checa cuando vaya de vacaciones con niños. Este parque acuático recibe el acertado nombre de AquaPalace, ya que cuenta con tres complejos de entretenimiento en su vasto territorio. El mayor parque acuático de Europa está formado por el "Palacio de las Olas", el "Palacio de las Aventuras" y el "Palacio de la Relajación". Aquí encontrará un gran número de atracciones, 14 saunas para todos los gustos, servicios de spa e incluso un hotel. Tanto niños como adultos disfrutarán de una visita al parque acuático de Praga.
Merece la pena visitar con niños el zoo de Ostrava, donde los animales están prácticamente en condiciones naturales. Los paisajes de la República Checa son perfectos para practicar actividades al aire libre.
Y, por supuesto, si tiene hijos, debe visitar el Museo del Juguete de Praga. La rica colección de juguetes de todo tipo impresionará a niños y mayores.