A última hora de la noche se puede pasear por las pintorescas calles y disfrutar del sabor oriental de la ciudad (es mejor dejar grandes sumas de dinero en la caja fuerte del hotel).
Importante! Por la noche, a los hombres armenios les gusta pasear por los bulevares de la ciudad. Las apretadas filas de tres, cinco o más hombres a lo largo de la calle no son una rareza, más bien es otro de los atractivos de la capital.
El agua del grifo en Ereván no es peor que la embotellada: es suave y dulce al paladar.