Para los niños, las vacaciones en Truskavets prometen ser inolvidables. Pero no siempre es así. Después de todo, muchos padres traen a sus hijos a esta ciudad para mejorar su salud y beber agua. En concreto, agua "Naftusya".
Muchos niños encuentran esta agua desagradable, porque tiene un pronunciado olor a aceite. Pero también se puede atraer a los niños comprándoles una taza especial, que se vende en casi todas partes en Truskavets. Se caracteriza por un pico oblongo, del que beben los niños. Así, el agua entra en la boca, pero el niño no la huele.