A pesar de que Mallorca es una popular isla turística, Port de Pollensa es un pueblo absolutamente tranquilo, desprovisto incluso de la ruidosa vida nocturna de otros centros turísticos de las Islas Boleáricas. Los lugareños son muy amables y estarán encantados de ayudar a los turistas a entender los entresijos de las calles.
No hay requisitos especiales de seguridad en Port de Pollensa. Merece la pena observar las normas básicas: estar atento en lugares concurridos, no llevar mucho dinero en efectivo -siempre se puede recurrir a los cajeros automáticos-. Le recordamos que tenga cuidado al nadar y al cruzar la calzada en calles concurridas. Tampoco recomendamos beber agua del grifo, ya que suele ser agua de mar desalinizada.