Alicante tiene más de dos mil años de antigüedad. Sin embargo, la ciudad se convirtió en el centro de la Costa Blanca solo a finales del siglo XIX, cuando la llegada del ferrocarril la convirtió en un importante puerto de la región. Lo sigue siendo hasta ahora, ya que la extracción de diversas variedades de pescado sigue siendo una de las fuentes de ingresos de la ciudad, junto con la fabricación de aceite de oliva, la producción de vino y el turismo. Como resort, Alicante se hizo popular en los años 60 del siglo pasado. La razón principal para el desarrollo del turismo fueron las playas de arena de Alicante. Amplias y limpias, están bien equipadas. Algunas de las playas del resort están marcadas con la Bandera Azul de la Unión Europea. Alrededor de la costa, la vida bulle: se practica surf y kitesurf, y se monta en motos acuáticas, barcos y yates.
Además del mar y el sol, a los turistas les atrae la arquitectura única de Alicante. En la apariencia de la ciudad se combinan estilos románico, morisco y griego junto con barroco y modernismo. La ciudad organiza regularmente conciertos y a menudo festivales con ruidosas festividades. Muchos viajeros eligen visitar Alicante en los días de festival para experimentar la atmósfera de la desenfrenada diversión española.