La Rumanía moderna no es un país cubierto de bosques y habitado por vampiros, sino un Estado europeo desarrollado, que en muchas cosas no tiene nada que envidiar a sus vecinos más próximos. Sin duda, el Estado esconde leyendas sobre el místico príncipe Drácula, pero el componente gótico no lo tiene todo el país. ¿Tiene dudas sobre qué monumentos ver en Rumanía en primer lugar? Le sugerimos que se familiarice con la lista de los principales:
El castillo de Bran es quizá la principal atracción de Rumanía. Se erigió en el siglo XIV y se cree que fue la residencia de Vlad Tepes, que cazó en sus inmediaciones a su llegada.
Los Cárpatos rumanos son una atracción natural de Rumanía, cuya descripción puede encontrarse en cualquier guía turística. Al fin y al cabo, en términos de tamaño se consideran la segunda cadena montañosa de Europa.
El mayor edificio administrativo del mundo es el Palacio del Parlamento, situado en Bucarest. El edificio tiene una superficie de 350.000m2 y consta de 12 plantas y 4 niveles subterráneos.
Se considera que el mayor edificio gótico del país es la Iglesia Negra, que apareció en el sureste de Transilvania en el siglo XIV.
Complejo del Museo Nacional Astra es el nombre de la mayor atracción al aire libre de Rumanía. El complejo arquitectónico consta de 300 edificios y refleja el desarrollo tecnológico del Estado.
El Castillo de Pelesti puede considerarse el monumento arquitectónico más bello de Rumanía. Este palacio neorrenacentista consta de 160 habitaciones, cada una de ellas con exquisitos muebles, esculturas, tapices y una colección de pinturas.
La carretera Transfăgăraş se construyó en el siglo XX entre Valaquia y Transilvania. Hoy esta carretera está reconocida no solo como la más sinuosa, sino también como la más pintoresca del mundo.
La Reserva de la Biosfera del Delta del Danubio merece una visita para aquellos turistas que quieran ver especies raras de aves y animales, así como llevarse un montón de fotos increíblemente bellas de Rumanía.
La cueva de Sclerisoara se encuentra en lo alto de los Cárpatos. Consta de varias salas que tienen nombres religiosos. Contiene un glaciar subterráneo.