El puerto marítimo de Albufeira está situado al sur de Portugal, en el océano Atlántico (a casi 200 kilómetros de Lisboa). La ciudad se asienta sobre colinas bastante empinadas: para ir de la playa al supermercado hay que subir algunas cuestas. Para facilitar la vida a los turistas, Albufeira ha inventado un medio de transporte especial: un remolcador diésel en miniatura que parece una auténtica locomotora de vapor.
La ciudad es pequeña: la población de Albufeira es de sólo 25.000 habitantes, pero en temporada alta esta cifra puede multiplicarse casi por diez.
Como muchas otras ciudades turísticas, Albufeira no fue hace mucho (hasta 1960) un simple pueblo de pescadores. Albufeira fue fundada por los fenicios, apareciendo viviendas de pescadores en la zona en torno al I milenio a.C.
Con el tiempo, Albufeira pasó de los griegos a los romanos (entonces se llamaba Baltum), luego llegaron los moros y rebautizaron el pueblo como Al Buheira - "castillo del mar" o "fortaleza del mar". Más tarde, en el siglo XIII, el futuro balneario fue liberado de los moros por los Caballeros de la Orden de San Jago, y el nombre morisco ha permanecido hasta nuestros días.
En el siglo XIX, Albufeira se convirtió en un importante centro pesquero de Portugal, y en los años 70 del siglo pasado empezaron a venir turistas de todo el mundo.