Geográficamente, Chisinau está situada sobre 7 colinas a lo largo del río Byc, afluente derecho del Dniéster. Por eso hay tantos lagos en la ciudad: hasta 23, sin contar el gran embalse de Gidigi, en las cercanías. Y gracias al predominio del chernozem en el suelo, la capital es también muy verde. En toda Europa es difícil encontrar lugares con un gran porcentaje de zonas naturales. Por eso, un viaje a Kishinev es perfecto para los amantes del ocio al aire libre.
En los documentos históricos se menciona Kishinev desde mediados del siglo XV. Durante mucho tiempo el pequeño asentamiento no pudo desarrollarse con normalidad debido a las constantes incursiones de tártaros y turcos, pero la situación cambió en 1812 tras la fundación de la provincia de Besarabia.
Hoy Chisinau tiene un estatus administrativo único. No es sólo la capital de la República de Moldavia, sino un municipio. Además de la propia Chisinau, el municipio incluye otras 6 ciudades de los alrededores. En el último recuento de 2019, la población de la capital era de unas 695 mil personas.
A pesar del gran número de edificios típicos soviéticos, Chisinau tiene un aspecto muy fresco. Aquí se celebran a menudo conciertos, festivales y eventos deportivos. Los amantes de la música y el cine tampoco se aburrirán durante un viaje a Chisinau.