Nápoles es una ciudad de muchos contrastes. Ruidosa y un poco sucia, como todos los puertos, esconde verdaderos tesoros: castillos, iglesias, ricas colecciones de museos y, por supuesto, deliciosa pizza (se cree que la receta de la amada pizza "Margherita" nació aquí).
En las cercanías de Nápoles se encuentran las ruinas de Pompeya y el Monte Vesubio, que de hecho enterró a Pompeya bajo una capa de ceniza. Estos lugares turísticos se pueden explorar de forma independiente (tomando un tren o autobús desde Nápoles hasta el lugar deseado) o como parte de una visita guiada.
Los gourmets no deben solo probar la pizza, sino también otras delicias locales: ragú al estilo napolitano, insalata di mare (una ensalada hecha de calamar, pulpo, mejillones y sepia), pasta con mariscos y sfogliatelle (pasteles en forma de concha con un relleno dulce de ricota).
Si visitas Nápoles en septiembre, puedes ser un invitado del Festival de la Pizza, ¡el principal evento de su tipo en el mundo! Durante varios días, la ciudad se llena del aroma de la pizza recién horneada, y numerosos turistas de diferentes países prueban la pizza en las trattorias napolitanas, rindiendo homenaje a este delicioso y querido plato.