Italia (a pesar de las leyendas sobre clanes mafiosos de culto) siempre se ha caracterizado por un bajo índice de delincuencia. Los turistas sólo deben tener cuidado con los carteristas. Operan en las estaciones de tren, en el aeropuerto y en el transporte público.
Los estafadores en Milán a menudo trabajan en pareja: uno distrae la atención mientras el otro vacía los bolsillos o el bolso. Las zonas industriales se consideran las más peligrosas de la ciudad.
En general, Milán se considera una ciudad segura para los turistas, especialmente en las zonas céntricas y los lugares turísticos más populares. Sin embargo, por la noche es mejor evitar caminar por calles solitarias o en las afueras. Preste atención en lugares concurridos y no deje sus pertenencias sin vigilancia, ni siquiera en cafés o tiendas.