Créame, la cocina local tiene algo para sorprenderle. ¿Qué probar en Florencia?
Puede empezar con las sopas para familiarizarse con los platos locales. Por ejemplo, pruebe la ribolitta, una sopa de verduras muy popular en Florencia. Se compone de alubias, col, zanahorias y otras verduras (hay distintas variaciones de la receta). Esta sopa se suele tomar con un mendrugo de pan marchito. Otro primer plato es la sopa de cebolla, que se elabora con judías, guisantes, cebollas, falda y queso de oveja.
Si quieres una cena ligera, pide la ensalada panzanella. Sus ingredientes principales son tomates, cebollas, aceite de oliva, pimienta negra, albahaca y rebanadas de pan remojadas en agua y vinagre y luego exprimidas.
Otro plato local muy conocido es el lampredotto. Se trata de un estómago de vaca hervido, cortado en trozos y cocido con diversas verduras. Se sirve como plato independiente con salsa pesto o se utiliza como relleno de panini, y luego se obtiene comida rápida local, que se puede comprar en carritos ambulantes.
Cuando esté en Florencia, no deje de probar la bistecca alla fiorentina (filete a la florentina). Se cocina con carne de buey joven, que se asa en las brasas sin ningún condimento (se añade después), de modo que bajo la corteza superior solo queda ligeramente seca.
¿Quiere probar un plato con historia? Pruebe il pollo al finocchio, mencionado en los libros de cocina del siglo XIV. Es pollo asado con hojas de hinojo.
Otro saludo culinario de las profundidades del tiempo es el cibreo. Se trata de huevos revueltos con caldo de carne, salvia, cebollas, vieiras de gallo, hígados y corazones de pollo. Se dice que Catalina de Médicis adoraba este plato.
En Florencia también hay muchos amantes del pescado. Pruebe el baccala alla fiorentina. Es cecina de bacalao en salsa de tomate. Los lugareños dicen que su sabor es sencillamente divino.