La mundialmente famosa cocina italiana tiene millones de seguidores en todo el mundo. Pero al igual que difieren las condiciones naturales de las regiones de Italia, también difiere la cocina del sur italiano de la rica cocina de la provincia septentrional de Lombardía. La riqueza natural de esta región de Italia se refleja en sus platos tradicionales. La cocina lombarda es una gran mezcla de quesos, excelentes vinos, platos de carne y el símbolo de toda la cocina nacional - la pasta.
Los amantes del queso encontrarán más de cien tipos diferentes, algunos de los cuales se remontan al siglo X. Los nombres de grana padano, gorgonzola, stracchino, taleggio hacen girar la cabeza de todo gourmet que se precie.
La cocina lombarda se distingue por platos a base de carne y pescado de río, abundantes recetas originales a base de arroz y sémola de maíz.
Visitar Bérgamo y no probar platos tradicionales como la polenta y los casoncelli es perder el tiempo. La polenta taragna es una maravillosa papilla o mousse de harina de maíz y trigo sarraceno con queso y mantequilla. Los casoncelli della bergamasca son una modificación de una de las recetas antiguas. Los raviolis rellenos de migas de almendra, pasas, rodajas de pera y ralladura de limón tienen un sabor sencillamente sorprendente.
La cocina bergamasca no puede calificarse de ligera. Las recetas tradicionales recurren en gran medida a la manteca de cerdo, la mantequilla y las grasas animales. Esto debe tenerse en cuenta para las personas con problemas de salud.
El clima único contribuye a la difusión de la vinicultura. Durante su estancia en Bérgamo, no olvide probar los tradicionales vinos locales (Franciacorta) y el vodka de uva grappa.
