Dublín, la capital de Irlanda, es un excelente punto de partida para explorar esta diversa, exuberante y acogedora república. La ciudad cuenta con una rica historia entrelazada con un prominente patrimonio literario, caracterizada por su distintiva arquitectura de la era georgiana, acogedores pubs y verdes parques que cautivarán a cualquier viajero.
Situada a lo largo de las orillas del pequeño río Liffey, Dublín está rodeada de pintorescas colinas al norte y al sur. A pesar de su abundancia de jardines bien cuidados, atendidos tanto por los residentes como por las autoridades de la ciudad, Dublín mantiene su estatus como un importante centro financiero global. Su excepcional calidad ambiental solo añade a su prestigio, haciendo de Dublín una de las ciudades más caras y habitables del mundo.
Dublín se destaca como el punto focal de la vida cultural, industrial y económica de Irlanda. Los visitantes pueden explorar sus monumentos arquitectónicos, museos únicos, antiguos teatros y las oficinas de bancos y corporaciones internacionales. La ciudad también alberga numerosos centros comerciales y una amplia gama de industrias, incluyendo la cervecería, la confitería, la confección y la construcción naval.
Sin duda, un viaje a la capital de Irlanda promete una aventura inolvidable para toda la familia.