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¡Pruébenla!
Encabeza la lista uno de los lugares más impresionantes del mundo: los Acantilados de Moher. No tengas miedo de caminar por el sendero junto a los acantilados para hacer fotos increíbles en el borde del mundo.
En segundo lugar se encuentra Temple Bar. A pesar de su nombre, no se trata sólo de un bar, sino de toda una zona en el centro de Dublín repleta de pubs, animadas multitudes y música en directo. Pero, por supuesto, la atracción más fotografiada sigue siendo el bar del mismo nombre, cuya animada escena puede observarse incluso a través de una cámara callejera.
Howth es una acogedora localidad costera con deliciosos restaurantes y una de las rutas de senderismo por los acantilados más populares entre los dublineses, el Howth Cliff Walk, junto al pintoresco faro de Baily.
Aunque la atracción más valiosa del Trinity College es el Libro de Kells, la más fotogénica sigue siendo la Sala Larga de la Antigua Biblioteca.
Dingle es una de las penínsulas más pequeñas pero más coloridas del sur de Irlanda. La dureza del océano, los acantilados infranqueables y las sinuosas carreteras contrastan con bonitos pueblos de colores y simpáticos delfines. El muelle de Dun Chaoin es el lugar más popular entre los fotógrafos. Si tiene suerte, incluso podrá ver un rebaño de ovejas trepando por este camino.
Phoenix Park es un enorme bosque donde varios cientos de ciervos campan a sus anchas por el territorio e incluso permiten que la gente se acerque a ellos.
Glendalough es el valle de los dos lagos. Esta impresionante grieta glaciar con naturaleza salvaje y un asentamiento monástico del siglo VI no dejará indiferente a nadie. Para disfrutar de unas vistas magníficas, recomendamos tomar una ruta sencilla pero bastante larga hasta el nacimiento del lago superior.
Por supuesto, la Guinness Storehouse se encuentra entre las diez atracciones más populares. Uno de los mejores miradores de Dublín y una pinta bien fresca de cerveza negra le asegurarán un día estupendo.
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Kinsale es uno de los pueblos más ordenados de Irlanda. Casas de colores con deliciosos restaurantes, fuertes con historias interesantes y tristes para los irlandeses, y Old Head te mantendrán ocupado todo un día.
El Castillo de Blarney, además de su lujosa mansión y sus hermosos jardines, atrae a turistas de todo el mundo con la Piedra de Blarney. Se dice que esta parte de la Piedra de Scone otorga elocuencia a quien la besa.
Una catedral increíblemente hermosa, un acogedor puerto pesquero y la última parada del Titanic. Una foto con la catedral y la calle de West View saldrá muy vistosa, pero para hacerla tendrás que saltar una alta valla de piedra.
Las Islas Aran son un grupo de tres islas: Inishmore, Inishmaan e Inisheer, situadas frente a la costa occidental de Irlanda. Debido a su aislamiento del continente, los isleños han conseguido preservar en mayor medida su cultura y costumbres.
El paseo marítimo que bordea la bahía de Galway, con bares, restaurantes y hoteles, es especialmente bonito al atardecer.
El Parque Nacional de Killarney cautiva a los turistas con sus vistas, sus habitantes del bosque y su historia. Es el primer parque nacional de Irlanda y uno de los pocos lugares donde se conserva la selva virgen irlandesa.
El pueblo de Doolin, con sus coloridas casas de tejado de paja, es tan popular entre los turistas que los personajes del videojuego Folklore fueron ubicados en este pequeño asentamiento.
Un acogedor parque en pleno centro de Dublín, rodeado de casas de la época georgiana, es uno de los lugares favoritos de los dublineses para relajarse.
Un monasterio benedictino de increíble belleza, situado a orillas de un lago en el antiguo castillo de Kylemore, del siglo XIX.
Este puente peatonal del siglo XIX sobre el río Liffey, en Dublín, se llama oficialmente Liffey Bridge. Sin embargo, es más probable que los lugareños lo conozcan por su nombre coloquial: Ha'penny Bridge, llamado así por el peaje de medio penique que se cobraba antaño por cruzarlo.
El castillo de Malahide, situado al norte de Dublín, es interesante no sólo por sus bellos jardines e interiores, sino también por sus curiosas historias sobre fantasmas amistosos y no tan amistosos.
La fusión de naturaleza, cultura y arquitectura ha creado el fantástico paraje conocido como la Roca de Cashel. Este lugar de coronación de los reyes irlandeses y de predicación de San Patricio, a pesar de su estado semiderruido, sigue siendo un lugar de peregrinación para miles de personas de todo el mundo.
El castillo de Kilkenny, en la ciudad homónima, no sólo presume de un majestuoso exterior, sino también de bellos interiores.
El lujoso hotel del castillo de Ashford es exorbitantemente caro, pero los jardines, increíblemente bellos, están abiertos a todos los visitantes para pasear.
Achill Island es la mayor de las islas que rodean Irlanda. La isla está llena de lugares pintorescos, pero a los fotógrafos les encanta especialmente la casita de la bahía de Keem.
La emblemática estructura megalítica de Newgrange es más antigua que las pirámides egipcias y Stonehenge, y sorprende no sólo por lo bien que se ha conservado sino también por la precisión de su construcción.
Esta brecha glaciar, que forma parte del Parque Nacional de Killarney, es preciosa en cualquier estación y con cualquier tiempo. Puede explorar este impresionante lugar a pie o en carruajes tirados por caballos. Si desea más actividad física, puede pasear por las colinas que rodean la brecha y fotografiarse con ovejas y, si tiene suerte, con ciervos.
El 2 de mayo, la aerolínea irlandesa de bajo coste Ryanair abrió una ruta directa entre Kiev y Dublín. Los vuelos se operan dos veces por semana: los jueves y los domingos.
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