Kardamena es un encantador pueblo costero con una atmósfera típicamente griega. Las paredes de las casas entre la vegetación brillan con colores claros, desde beige hasta blanco nieve. El sol ilumina el mar más limpio y una playa acogedora de aproximadamente tres kilómetros de longitud. La arena aquí es inusualmente oscura, ya que es de origen volcánico. Y aún hoy hay un volcán dormido muy cerca, al que muchos turistas desean llegar para sentir el poder del elemento dormido bajo sus propios pies.
Ninguna ciudad en Grecia puede imaginarse sin evidencias del pasado. Kardamena no es una excepción. Cansado de estar en la playa, puedes ir a pasear por las excavaciones arqueológicas. Estas revelan los restos de la antigua ciudad de Alasarna, que una vez estuvo en el lugar de la actual Kardamena.
Los amantes de la antigüedad pueden ver las ruinas del templo de Apolo, el santuario de Hércules y el anfiteatro construido en tiempos romanos posteriores. Afortunadamente, no todos los edificios antiguos yacen en ruinas. Muchos de ellos han sobrevivido y ahora forman la base de la moderna Kardamena.