Corfú, como demuestra la experiencia, es en general un destino muy seguro. Los incidentes de carterismo en las calles son extremadamente raros. No obstante, seguir unas sencillas normas puede aumentar su comodidad durante las vacaciones.
Por ejemplo, se considera de mala educación rechazar ofertas de golosinas de los lugareños, ya que esto puede ofender involuntariamente a los hospitalarios griegos. Además, cuando se trata de criticar al país, es mejor dejarlo para los locales; los griegos son menos propensos a tolerar comentarios negativos sobre su patria por parte de extranjeros.
Es importante tener en cuenta que está estrictamente prohibido entrar en una iglesia con pantalones cortos o faldas cortas. Los turistas deben vestir adecuadamente por respeto a la sensibilidad religiosa de los feligreses.
Además, es aconsejable no consumir agua del grifo en Grecia debido a los conocidos problemas de calidad.
Aunque Corfú goza en general de un entorno seguro, hay que tener en cuenta algunos peligros potenciales, como el sol intenso y los erizos de mar, que suelen encontrarse bajo las piedras de la playa. Afortunadamente, esto no es una preocupación importante, ya que en cualquier playa se puede comprar fácilmente calzado especializado, adecuado tanto para pasear por el paseo marítimo como para nadar.
