Si en algún momento se cansa de esquiar, hacer snowboard o de las interminables delicias de la exquisita gastronomía francesa, es hora de disfrutar de las actividades activas en Courchevel.
Aquí puede probar los paseos en trineo tirado por perros, como en la película «Bajo Cero», pero con un final feliz. ¿Prefiere motos de nieve o caminatas con raquetas? Por supuesto. El precio de la experiencia depende del tipo de recorrido. Un paseo normal en moto de nieve de 20 minutos cuesta desde 55 EUR, mientras que una excursión completa de una hora asciende a unos 145 EUR.
Para quienes siempre han soñado con el cielo y con una carrera como piloto, existe una oportunidad única de hacer realidad ese deseo. Durante su estancia en Courchevel puede encontrar clases de vuelo en avión y helicóptero. Desde el pequeño aeropuerto —que, por cierto, apareció en una de las películas de James Bond, concretamente en «El mañana nunca muere»— usted y su instructor se elevarán a 2.000 metros de altura para aprender los fundamentos del control de un «pájaro de acero». Para la formación en avión, incluso le ofrecerán dos aeronaves diferentes a elegir.
