Austria no necesita presentación. Después de todo, sus maravillosos paisajes alpinos eran amados por los europeos ya en el siglo XVIII, cuando la industria turística apenas comenzaba a surgir. Austria es una combinación asombrosa de belleza natural y numerosos monumentos culturales valiosos. Por todo el país se encuentran palacios, abadías, magníficas iglesias, castillos y residencias históricas. Las pintorescas carreteras de alta montaña en los Alpes te permiten visitar varias zonas climáticas en un solo día y admirar la lujosa naturaleza de este rincón del mundo.