Pafos ofrece a los turistas un ambiente acogedor, hogareño y relajado. Aquí no hay ajetreo ni bullicio, y la gente es amable y servicial. Pasear por Pafos es una experiencia encantadora, con algo interesante y único que descubrir en cada esquina.
Si comienza su paseo por Pafos en uno de los famosos monumentos de la ciudad, las Columnas de Pablo, puede dar sólo unos pasos para llegar a las Termas Romanas y explorar este lugar histórico. Aunque en su día hubo baños aquí, ahora puede simplemente pasear por las ruinas para sumergirse en el espíritu de aquella época.
Mientras asciende por las calles de arriba, puede tropezar con un antiguo anfiteatro. Desde este mirador, podrá disfrutar de una espléndida panorámica de la estación. Y a pocos metros, encontrará... cuevas.
Por supuesto, Pafos también ofrece una zona turística a lo largo del paseo marítimo, cerca del Fuerte, repleta de numerosos cafés y tiendas que ofrecen artículos de balneario.