El verano
En verano, no tiene sentido informarse del tiempo en Lárnaca con una semana de antelación: casi siempre hace sol y calor. De junio a agosto rara vez llueve y las temperaturas oscilan entre los +25°C (a principios de verano) y los +30°C. Las horas de luz en junio alcanzan las 14,5 horas.
¿Merece la pena viajar a Lárnaca en verano si no soporta el calor? No es una buena idea, en cuyo caso le aconsejamos posponer su viaje hasta principios de otoño o finales de primavera.
Otoño
Si ha decidido: "¡Me voy a Lárnaca en septiembre!", ha tomado la decisión correcta. En esta época ya no hace calor, pero la previsión meteorológica para Larnaca promete días cálidos con temperaturas del aire en torno a los +25°C. El agua del mar aún está templada y podrá bañarse aquí incluso a principios de noviembre. A partir de mediados de octubre, sin embargo, las tardes se vuelven más frescas y llueve ocasionalmente, así que compruebe el tiempo en Lárnaca con 5 días de antelación para asegurarse el armario adecuado.
Invierno
En diciembre comienza la temporada de lluvias en Larnaca. Es en diciembre y enero cuando más llueve, aunque la temperatura media ronda los +12°C. El invierno aquí es más parecido a nuestro otoño habitual, pero no es muy agradable pasear por la ciudad bajo la lluvia torrencial. Dado el carácter turístico de la región, el invierno no es una buena época para visitar Lárnaca.
Primavera
La primavera en la región es corta y fresca sólo al principio de la estación, con temperaturas que promedian los +13°C en marzo y se acercan a los +20°C a finales de abril. Si viaja aquí en abril, merece la pena consultar el tiempo en Lárnaca con 3 días de antelación, ya que es posible que llueva. Mayo trae días soleados y cálidos, con temperaturas del agua que alcanzan los +20°C.
En general, Larnaca se considera casi el más democrático de los centros turísticos populares de Chipre, y los precios aquí son más bajos que en Ayia Napa o Protaras, incluso en temporada alta. La mayor afluencia de turistas se produce tradicionalmente en agosto, pero en primavera y otoño hay menos huéspedes y, en consecuencia, bajan los precios. En invierno y principios de primavera el coste del alojamiento es el más asequible, pero aun así no es la mejor época para visitar Larnaca: las atracciones locales le llevarán uno o dos días, y los placeres playeros en esta época del año no están disponibles. Por lo tanto, el final de la primavera y el principio o mediados de otoño es la época más sensata para visitar Larnaca y disfrutar de unas vacaciones asequibles.
