La Fortaleza de San Juan de Dubrovnik está considerada una de las mayores fortificaciones de Croacia. Los muros de hormigón, construidos a lo largo de casi 300 años a partir de 1346, se diseñaron para proteger la ciudad de los vientos, las olas y los ataques del mar. Hoy, los visitantes pueden explorar la fortaleza y descubrir antiguas anclas, instrumentos de navegación, timones, banderas de barco y vida marina del Adriático, como caballitos de mar, tortugas y langostas. Toda la primera planta del edificio está ocupada por un acuario.
La entrada a la fortaleza es gratuita, y el precio de una entrada al acuario es de 2-5 EUR.
El Monasterio de Santa Clara es un importante hito eclesiástico de Dubrovnik. Fue construido entre los siglos XIII y XIV y sirvió como lugar de tonsura para niñas de familias aristocráticas. Más tarde, se convirtió en el mayor orfanato de Europa.
El monasterio alberga una notable reliquia conocida como la piedra de la suerte, que se cree ayuda a los amantes a mantener sus sentimientos apasionados. Según la leyenda, esta piedra desempeñó un papel en la unión de una novicia local y un valiente capitán hace siglos.
La Gran Fuente de Onofrio, construida en 1438, fue concebida inicialmente como depósito de agua. Hoy, el agua mana de ornamentadas espitas adornadas con peculiares máscaras, y se cree que posee propiedades mágicas. Cuenta la leyenda que la fuente puede conceder los deseos más profundos de los turistas que la visitan con mapas de las atracciones locales en ruso.
La Iglesia de San Salvador presenta un estilo arquitectónico ecléctico que combina armoniosamente elementos renacentistas y góticos. La fachada de esta iglesia está adornada con vidrieras y portales decorativos, lo que la convierte en un elemento destacado en las fotos de las atracciones de Dubrovnik. En el patio interior de la iglesia, encontrará un tranquilo jardín del monasterio donde se cultivan hierbas medicinales que los monjes utilizan para crear tinturas medicinales.
El Palacio Sponza alberga los Archivos de la Ciudad de Dubrovnik, y es un lugar donde el aliento de la historia impregna cada rincón. El carácter único de la ciudad queda patente en el magnífico diseño de sus murallas, con elementos emblemáticos como la gran Puerta de Pile y la estatua de Vlach. Además, las fortificaciones cuentan con impresionantes bastiones y torres, incluida la Torre Mincheta, con su cúpula.
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