La cocina local de Natal es intrigante, ya que ha evolucionado a partir de las preferencias culinarias de cuatro pueblos diferentes: portugueses, indios, franceses y africanos. Los platos resultantes son abundantes, sabrosos e increíblemente apetitosos. El plato nacional de Natal es la feijoada, un guiso de verduras, carne y una mezcla de varios sabores. Se sirve tradicionalmente con una caipirinha de 40 grados como aperitivo.
Si no está seguro de qué probar en Natal, haga su primera parada en un restaurante o cafetería y pida un auténtico café brasileño. Compárelo con el café al que está acostumbrado en su país de origen, y probablemente quedará impresionado por su fuerza y su sabor excepcional, capaz de conquistar a todos, sin excepción.