El lugar donde se encuentra Morshyn es como creado para unas vacaciones balnearias y curativas. Desde aquí hasta las verdes laderas de los Cárpatos hay sólo una corta distancia. La ciudad está situada a una altitud de 340 metros sobre el nivel del mar, por lo que no se puede llamar de alta montaña, pero suaves colinas pintorescas crear una sensación de seguridad y paz. Está a sólo 82 km de Lviv y a unos 100 km de Ivano-Frankivsk. En los alrededores de Morshyn hay muchos bosques y valles donde en verano se recogen bayas y setas.
La ciudad fue fundada en el siglo XV, la primera mención que se hace de ella es de 1482. En aquella época el pequeño asentamiento contaba con sólo 12 hogares. En aquella época, la población de Morshyn se dedicaba principalmente a la industria de la sal. Utilizaban numerosos manantiales para hervirla.
Después, los propietarios de las tierras obtuvieron el permiso de la Cancillería polaca para crear salinas en toda regla. Con el tiempo, la producción fue disminuyendo, ya que se consideraba que la sal local era demasiado amarga y no gozaba de popularidad. En aquella época, el territorio fue arrendado por dos polacos, Peter y Yuri Morshtyn. Se cree que el nombre de la ciudad procede de su apellido.
El primer destino turístico de Morshyn apareció en 1875. En aquella época se tendió aquí el ferrocarril en dirección a Stryi-Stanislaviv (Ivano-Frankivsk se llamó así hasta 1965). El terreno era propiedad del comerciante Bonifacius Stiller. Fue él quien empezó a convertir la ciudad en un balneario, siguiendo los ejemplos occidentales.
Las aguas, el buen clima, la naturaleza, todo esto convirtió a Morshin en un prometedor balneario. Había un sistema de abastecimiento de agua, locales para los veraneantes y los primeros manantiales terapéuticos de eficacia probada. En 1878 se abrió una institución para el tratamiento de enfermedades torácicas.