Benidorm combina antigüedad y modernidad. La parte antigua de la ciudad conserva su aspecto medieval, con calles estrechas y pintorescos edificios antiguos. La arquitectura aquí ha permanecido inalterada desde los siglos XVII-XIX. Se han conservado magníficas iglesias, y la vista del mar desde los acantilados es impresionantemente hermosa. El mirador Balcón del Mediterráneo atrae a muchos turistas todos los días.
La vista desde allí se abre directamente a las playas de Playa de Levante y Playa de Poniente, las más grandes de toda la región de la Costa Blanca. Están equipadas con todo lo necesario para unas vacaciones al más alto nivel. Estas playas ganan la Bandera Azul de la Unión Europea cada año. Por lo tanto, el flujo de turistas en Benidorm es simplemente enorme, especialmente en los meses de verano, cuando se abre la temporada de playa.
La nueva parte de Benidorm tiene el aspecto más moderno. Aquí se elevan muchos rascacielos y centros comerciales modernos. En Benidorm hay muchos clubes nocturnos, que seguramente interesarán a los jóvenes viajeros. Pero, gracias a la separación de la ciudad vieja y nueva, Benidorm sigue siendo un lugar muy tranquilo y pacífico, perfecto para vacaciones en familia.