La cocina local es muy variada y atraerá incluso a los comensales más exigentes.
En los restaurantes de Barcelona, la paella es un plato popular a base de arroz, aceite de oliva, especias y carne, marisco o verduras. Igualmente popular es la tortilla, una gruesa tortilla de patatas con carne, pescado y setas.
En los primeros platos merece la pena probar una variedad de sopas. Por ejemplo, sopa de crema de sémola con almendras, sopa de almejas, bullabesa de pescado o gazpacho. Esta sopa fría se prepara de diferentes maneras, pero los ingredientes principales son caldo, hígado guisado, jamón, trozos de carne o pescado, marisco, puré de tomate, pepinos, aceite de oliva y especias. Se sirve con pan plano al carbón.
En Barcelona, los platos de carne son muy apreciados y están perfectamente cocinados. Normalmente, la ternera, el cerdo o las aves se guisan o se asan a la parrilla. No deje de probar el puchero. Este plato se elabora con jamón, garbanzos y chorizo al ajillo y se sirve con albóndigas de tocino y ajo espolvoreadas con hojas verdes de perejil. Y, por supuesto, no olvide probar el jamón serrano curado y el legendario jamón.
Como guarnición le ofrecerán patatas o arroz con todo tipo de añadidos, incluido el característico arroz negro catalán aromatizado con tinta de sepia.
Por supuesto, los restaurantes locales también ofrecen platos de marisco. Por ejemplo, navajas -un tipo de moluscos preparados originalmente con forma de cuchillo-, mejillones -mejillones a la sartén, que se lavan con agua limpia durante un día antes de cocinarlos-.
El postre más famoso de España es el flan de caramelo y las tartas rellenas de crema de almendras.
Y todas estas delicias se pueden tomar con un vaso de vino catalán.