Liptovský Mikuláš, como la mayoría de las ciudades de Eslovaquia, tiene un ambiente bastante tranquilo. Los carteristas y los robos son raros aquí, pero conviene vigilar los efectos personales en el transporte público. Además, no es aconsejable dejar dinero y bolsos en coches y taxis, donde existe la posibilidad de robo.
La seguridad en Liptovsky Mikulasz también corre a cargo de vigilantes de seguridad, que tienen todos los hoteles, restaurantes y cafeterías. Cada centro de esquí tiene sus propios socorristas y la posibilidad de recibir asistencia médica.
En caso de problemas, puede ponerse en contacto con el departamento de policía local.