Praslin está situada en medio del océano Índico y pertenece a la República de Seychelles. Es una pequeña isla que debe su nombre a un político francés. Se puede escribir Praslin, Praslin, Praline o Pralen. Su historia se remonta a los lejanos tiempos en que comerciantes y piratas árabes llegaron aquí y, más tarde, navegantes europeos.
En 1744, la isla fue descubierta por la expedición de Lázaro Pico. En aquella época se llamaba simplemente Palm Island. En el siglo XVIII, los franceses la utilizaron como punto de escala. En 1768, el navegante Marion du Fresne le dio su nombre moderno.
A pesar de su modesto tamaño, es una de las islas más grandes del archipiélago. Sólo mide 11 kilómetros de largo y 4 de ancho. En el sur de la isla hay un parque nacional del mismo nombre, que sin duda merece una visita, incluso si está planeando un viaje a Praslin por su cuenta.
El relieve es predominantemente montañoso, por lo que la naturaleza aquí es realmente única. La selva tropical de Praslin se ha conservado durante millones de años, lo que la convierte en una atracción por derecho propio. Su naturaleza única se ha conservado gracias a que durante mucho tiempo la isla estuvo deshabitada.