El nombre de la ciudad procede del río Suceava, que fluye por Rumanía y Ucrania. Es un afluente derecho del Siret, que nace en los Cárpatos de Bucovina. Las primeras menciones del asentamiento se remontan al siglo XII, y más tarde el asentamiento fue mencionado en 1388 como un importante centro comercial. Siguió siéndolo durante años, porque los comerciantes que transportaban mercancías entre los mares Báltico y Negro paraban a descansar en la zona del río, intercambiando y comerciando por el camino.
En el siglo XIV, Suceava se convirtió en la capital del Principado de Moldavia y permaneció así hasta 1564. Pocos años después la ciudad fue casi destruida, pero más tarde fue reconstruida por el gobernante del Principado de Moldavia Jeremías Mogila, que volvió a trasladar allí la capital. En diferentes años, Suceava estuvo bajo dominio polaco y austrohúngaro.
Hoy en día sigue siendo un importante centro de transporte, comercio e industria. Las industrias de la celulosa, la madera, la ingeniería, el textil y la alimentación están muy desarrolladas aquí. Y turistas de toda Europa visitan Suceava para conocer de cerca su fascinante y variada historia.