Había una vez tres principados vecinos en el Valle de Katmandú. Sus gobernantes estaban constantemente tratando de superarse entre sí: tan pronto como uno de los príncipes construía una nueva estructura, los otros creaban algo aún más grandioso. Es a estas competiciones que Katmandú moderno debe la gran cantidad de edificios religiosos y lujosos complejos palaciegos.
Cuando los coloridos templos y la bulliciosa vida de la capital de Nepal te mareen, es hora de refrescarte en uno de los cafés locales. Entre los platos populares entre los turistas están el dal bhat (arroz con verduras, curry de carne, leche simple y pan plano), mo mo (empanadillas al vapor con carne de búfalo) y dal (sopa de frijoles). Los restaurantes ofrecen un plato estilo nepalí todo incluido llamado thali (cuesta alrededor de 220 NPR). Sirven arroz, carne, sopa, salsas, verduras en una bandeja grande, y puedes pedir recargas gratuitas sin restricciones.
Para souvenirs, visita uno de los mercados locales. Aquí puedes comprar productos de cuero y cachemira, pinturas, telas, té y especias. Regatear es apropiado: si no hay un precio fijo, el vendedor te dirá el precio con un posible descuento.