La cocina griega es famosa por sus deliciosos platos de marisco y carne, y durante su estancia en Paleokastritsa no puede dejar de probar uno de sus tesoros nacionales, el souvlaki. Este equivalente griego del shawarma se deshace en la boca y es un plato imprescindible para cualquier turista.
Sin embargo, los viajeros experimentados suelen advertir que los precios en los lugares turísticos más conocidos pueden ser una vez y media o dos veces más altos que en los restaurantes más modestos y menos frecuentados de Corfú.
Además del souvlaki, no se pierda la oportunidad de saborear otras delicias de Paleokastritsa, como el conejo encebollado, el gallo al vino y especialidades locales como la tzitzibira de cerveza de jengibre, la medopita de turrón, los madoles y el exótico kumquat.