La nueva ciudad no es sólo monumentos emblemáticos y arquitectónicos. También ofrece innovaciones gastronómicas y platos tradicionales de la región que visita.
La cocina nacional alemana hará las delicias de los amantes de la carne. La carne de caza se prepara aquí de forma excelente, así que no se sorprenda de ver en el menú platos como conejo, pato o jabalí.
Junto a los platos comunes característicos de todo el país, también hay platos tradicionales específicos de Fráncfort. Uno de los más famosos es la salchicha de Fráncfort, también conocida como "Frankfurter". Sólo se puede degustar aquí. A primera vista, este emblemático plato puede parecerse a un perrito caliente tradicional, pero su sabor es completamente distinto. La ciudad celebró el 500 aniversario de la salchicha de Fráncfort con un gran festival en 1987.
Otro plato popular en Fráncfort es la Frankfurter Rindswurst, un tipo de salchicha que se prepara desde 1897.
Alemania es mundialmente conocida por su cerveza, pero Fráncfort es la cuna de la sidra de manzana. Por tanto, no probarla aquí sería un crimen. Los gourmets también apreciarán la singular salsa verde, que, según antiguos relatos y leyendas, fue creada por la madre de Goethe.
Para los amantes de los aperitivos contundentes, los establecimientos locales ofrecen Rippchen mit Kraut, que es col con chuleta. Los amantes del queso también apreciarán el queso casero alemán llamado Handkäse.