Los ciudadanos españoles no necesitan visa.
En Katowice hay que visitar las iglesias locales: la Iglesia de Mariacki, la Iglesia de madera del Arcángel Miguel y la Iglesia de Cristo Salvador, así como museos y (si se viaja con niños) el planetario y el observatorio. Pero es mejor admirar la naturaleza y los antiguos castillos en las vecinas Racibórze, Sosonowiec y Zabrze.
Desde el aeropuerto de Katowice hasta el centro puede tomar un taxi o un autobús exprés.
En Katowice hay que probar los platos tradicionales polacos. Entre ellos, sopas (krupnik, kapustnik y -para los que gusten del original- czernina, sopa con sangre de oca, frutos secos y verduras), bocadillos (manteca con hierbas y fruta, manteca y arenque con crema agria) y platos de carne: rollo de ternera con cebollas, pimientos y pepinos en salsa picante, falda de cerdo a la miel y pato con manzanas.
De postre, pida faworki (finas galletas desmenuzables cubiertas de azúcar glas), tarta de semillas de amapola o pan de jengibre Toruń. Pruebe Pierogi Swiata, 8 Stolikow, 3 Siostry Bajgiel i Kawa, Zloty Osiol, Chata z Zalipia.