Agosto es la peor época del año para ir de vacaciones a Cuba. Los tifones suelen unirse a los aguaceros y al calor y la humedad que los acompañan. Estas sorpresas pueden acabar con las vacaciones en la playa, e incluso los surfistas se ven obligados a abandonar el mar.
Además de temperaturas en torno a los +35°C, llega la temporada de mosquitos, jejenes y otros insectos chupadores de sangre. Así que la única forma de permanecer en Cuba durante unas vacaciones de verano es llevar repelente. Si a eso se añaden las carreteras asfaltadas y la imposibilidad de hacer excursiones, las vacaciones son bastante cuestionables.