Cada mañana, Koh Lan estalla de vida mientras los entusiastas de la playa acuden en masa a sus orillas. Los visitantes no solo vienen de los hoteles locales, sino también en barco y ferry desde la cercana Pattaya para disfrutar del mar prístino, la costa bien mantenida y el ambiente tranquilo. A pesar de su tamaño modesto, aproximadamente 4.5 km de largo y 2.5 km de ancho, la isla de coral, como se traduce Ko Lan, acomoda a numerosos bañistas y ofrece atracciones locales.
El templo budista Naban, situado cerca del muelle, tiene importancia como un hito cultural. Presenta una cautivadora estatua dorada de Buda, residencias de monjes y una torre de campana de diseño único. No lejos de la playa de Tawaen, varias estatuas originales de Buda adornan la colina, deleitando a los amantes del arte. Los amantes de la naturaleza pueden disfrutar de los miradores escénicos en las playas de Samae y Tarai.
La estación local de energía solar también atrae la atención, principalmente por su apariencia distintiva. Gracias a su excelente clima, encanto ecológico, paisajes pintorescos y ofertas culturales, Ko Lan destaca como un destino turístico de primera clase, especialmente de junio a octubre.