El primer asentamiento en el territorio de Santa Cruz de Tenerife apareció hace más de 2000 años. Era uno de los reinos insulares de los guanches, nombre que recibían los habitantes indígenas de las Islas Canarias. Este hecho cuenta con suficientes evidencias arqueológicas, que podrá conocer en los museos.
El nombre moderno de Santa Cruz no es otro que "Santa Cruz". Apareció en honor a la cruz de los conquistadores a finales del siglo XV. Durante mucho tiempo fue un pequeño pueblo de pescadores, pero la situación geográfica hizo su trabajo. Santa Cruz de Tenerife es el puerto más importante del puerto cerrado de La Laguna, por lo que en el siglo XVIII la anodina ciudad se convirtió en el centro administrativo de la isla y, más tarde, en la capital del archipiélago. Ni los británicos, ni los daneses, ni siquiera el famoso almirante Nelson consiguieron capturar el puerto. Y hubo muchos intentos: todos querían adueñarse de valiosas rutas comerciales. Las tres victorias más importantes siguen reflejadas en el escudo de Tenerife en forma de tres leopardos.
A las afueras de la ciudad hay dos playas muy famosas: Taganana, de arena negra volcánica, y Las Teresitas, de arena amarilla. Por cierto, ésta es la única playa de arena amarilla de toda la isla. Es artificial, porque la arena se trajo en barcazas desde el Sáhara. Toda la franja de playa se extiende desde la montaña de La Esperanza, por lo que es fácil encontrar una opción a su gusto.