Cracovia se considera una de las ciudades más hermosas de Europa y ha estado bajo la protección de la UNESCO desde 1978. Vale la pena visitarla durante varios días para tener tiempo suficiente para explorar la ciudad a un ritmo relajado. Puedes comenzar subiendo la Colina Wawel, donde se encuentra el Palacio Real, dar un paseo por el Barrio Judío y visitar una galería de arte que alberga la pintura original "La dama del armiño" de Leonardo da Vinci. Las principales atracciones están concentradas en la zona del Casco Antiguo (centro histórico de Cracovia).
Si estás de paso por Cracovia, planifica tu ruta a lo largo de la "Ruta Real," que comienza en el Casco Antiguo, pasa por la Plaza del Mercado y conduce al Castillo Real. De esta manera, puedes conocer las principales atracciones en poco tiempo.
Para los entusiastas de la gastronomía, vale la pena reservar tiempo para cenar en uno de los restaurantes auténticos que sirven platos tradicionales polacos preparados según recetas antiguas. Prueba flaki (sopa de callos), bigos (col estofada con carne), kopytka (ñoquis de patata) y pierogi (empanadillas rellenas). Para el postre, disfruta de tartas, pan de jengibre o donuts rellenos de mermelada de rosa. Los conocedores de los licores fuertes deben probar los licores polacos como Zubrowka, Starka y nalewki con infusión de frutas.